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Burriana: Las fallas buscan nuevas formulas de financiación

Lejos quedan las matinales del domingo que los falleros reservaban para ir casa por casa con la tradicional rifa acompañados del carrito con la música para animar al vecindario a colaborar con la falla. La lotería que semanalmente se encargaban los comisionados de repartir entre los abonados, o las cartillas con las que otros contribuían, han quedado prácticamente en el recuerdo de otros tiempos y los colectivos falleros tienen que buscar nuevas fórmulas que les permitan subsistir en la difícil tarea de sacar adelante el presupuesto de la comisión.
Quienes más han notado este recorte en las aportaciones de los vecinos han sido, sin lugar a dudas, las fallas de barrio, que han visto como muchas de las casas de sus calles quedaban deshabitadas o ahora moran en ellas ciudadanos venidos de otros países que no entienden las tradiciones falleras. Esto unido al descenso del número de comisionados ha hecho que muchos colectivos tengan que hacer verdadera ingeniería económica para cumplir con las obligaciones contratadas. A este respecto el presidente de la falla La Mercè, Toni Leal, con casi 30 años de trayectoria dentro del mundo fallero, comentaba a La Plana al Dia como ha cambiado la situación en este tiempo y ponía como ejemplo su propio colectivo en el que había cola de solicitudes para ser abonado de lotería y cuando uno de ellos se daba de baja de inmediato accedía el primero de la lista.
Todo ello porque los números del tradicional juego de azar que jugaba el colectivo eran comprados en su totalidad por la falla. En cambio en la actualidad a duras penas se consigue superar la cifra de 350 papeletas semanales cuando antaño se llegaron a repartir más de 1500. Pero como la necesidad agudiza el ingenio, y de eso los falleros precisamente siempre han hecho gala, las comisiones de Burriana han empezado a explorar nuevos caminos con los que lograr que el dinero vuelva a entrar en sus deprimidas arcas.
El teatro es uno de esos caminos, y este año el concurso que organiza la Concejalía de Cultura ya va por su quinta edición. Los falleros dedican mucho esfuerzo y tiempo en preparar sus obras y ponen todo su esmero para que las funciones salgan a la perfección. La recaudación de las diferentes representaciones es el beneficio que obtiene la falla y que con un poco de suerte puede llegar a los 4000 euros en esta edición que las funciones se llevan a cabo en el Centre Municipal de Cultura La Mercè, puesto que en años anteriores que se realizaban en el Teatre Payá, de mayor aforo, podía llegar incluso a los 6000. Otra de las iniciativas que las fallas están empezando a llevar a cabo son los musicales. La falla Sant Josep abrió el camino el año pasado y repetirá en el actual y a ella se ha sumado la falla del barrio Quarts de Calatrava con la obra ?My Fair lady? que se representó en la Llar Fallera a principios de Diciembre y fue presenciada por más de 1500 personas. La instalación de carpas en la semana fallera y las fiestas temáticas en fechas señaladas son otras de las fuentes de financiación que están llevando a cabo las fallas para adaptarse a la nueva realidad de la fiesta.
Las fiestas de la Misericòrdia y el Arenal Sound también financian a las fallas
Dentro de las nuevas fuentes de financiación de los colectivos falleros, merece mención aparte la falla del Club 53, que a pesar de ser la más numerosa en comisionados, también tiene que buscar fórmulas que le permita cumplir con sus objetivos. Es por ello que los falleros del 53 optaron por la hostelería como fuente de ingresos atípicos para la falla y montaron una caseta de venta de comida y refrescos en el festival Arenal Sound que se celebró el pasado mes de Julio. Animados por la experiencia repitieron nuevamente durante la fiestas de la Misericordia, encargándose de explotar una de las casetas del Mesón del Vino.
Amb la col.laboració de:
la conselleria d'educació, investgació, cultura i esport.
Generalitat Valenciana