Burriana: Cultura entrega los premios del Primer certamen de fotografía taurina de Burriana
Burriana: El Ayuntamiento de Burriana dejó de invertir cuatro millones de euros en 2020 o el 'Síndrome del Tío Gilito'
Galería fotográfica
La Plana al Dia | Burriana | General | 02-03-2021
Al Equipo de Gobierno que dirige Maria Josep Safont le sobraron cuatro millones de euros en 2020. Es decir, pudo haber hecho las mismas cosas y haber eximido a todos los burrianenses del pago de tasas e impuestos.
Es una tónica del gobierno de Safont el acabar el año con dinero sin invertir en todas las partidas presupuestarias. Pero no es que los burrianenses pagan lo mismo y reciben menos, sino que, además, vienen pagando más tasas e impuestos y también más sueldos a sus gobernantes que, sin embargo, no culminan los proyectos y de ahí que no puedan ejecutar lo presupuestado año tras año.
En 2019 ya se cerró el ejercicio con 3,5 millones de euros en el banco. En 2020, el año de la peor y más generalizada crisis económica, aún se quedó más dinero sin invertir en el municipio, 4 millones de euros.
Este dinero sobrante contrasta con palabras como las del teniente de alcalde, Vicent Aparisi, quien, tras reconocer que los caminos rurales están mal, no tuvo problemas en decir que "ya me gustaría tener más dinero para arreglar todos los caminos".
Ahora, liquidado el año 2020 queda demostrado que realmente sí había más dinero en las arcas municipales. Dinero sobrante que no se invirtió en nada y que supuso que Burriana tenga hoy caminos rurales que son un auténtico trazado de rallye (por ejemplo, camino La Serratella) o que tampoco haya dinero para el tornillo de Arquímedes o para aumentar el servicio de limpieza viaria y de contenedores.
4 millones en el banco y negocios cerrando ante las exiguas ayudas del gobierno municipal. El Equipo de Safont apenas dio 30.000 euros en ayudas directas frente al 1'8 millones de euros del Ayuntamiento de Onda a sus comerciantes.
Ante esta situación sólo cabe pensar en una disyuntiva: O el Equipo de Gobierno no alcanza para gestionar más, o pretende simular a Tío Gilito, a quien gustaba bucear entres sus monedas de oro. El acaparar y no gastar hay quien lo ha definido como el 'síndrome del tío Gilito'.
El resultado: Los negocios bajan persianas, el Ayuntamiento desatiende su patrimonio, la costa está abandonada, hay graves inundaciones en el puerto y los vecinos pagan cada vez más tasas e impuestos.
Amb la col.laboració de:
la conselleria d'educació, investgació, cultura i esport.
Generalitat Valenciana