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l'Alcora: La estética chinesca en la cerámica de l’Alcora, a estudio en el Maig Ceràmic de la mano de Maxim García

La estética chinesca en la cerámica de l’Alcora, a estudio en el MaigCeràmic
JAVIER NOMDEDEU/L'ALCORA
Dentro del marco del Maig Ceràmic, el historiador del arte Maxim García Conejos presentó en el Museu de Ceràmica de l’Alcora una ponencia singular que brinda una nueva mirada sobre un capítulo singular y poco tratado de la cerámica alcorina: los posibles orígenes y significados del chinesco teniendo en cuenta la porcelana y cultura chinas.
La intervención se basó en el estudio publicado por García junto a la doctora Tian Zeng (Jiangxi AgriculturalUniversity, China), autora de Porcelana china en España: un viaje a través de los siglos. En la conferencia, bajo el título "Orígens i significats de la ceràmica d’inspiració xinesa a la Reial Fàbrica”, el autor examina cómo las representaciones de inspiración china —popularizadas en Europa bajo el paraguas de la chinoiserie— fueron apropiadas, transformadas y recontextualizadas en el repertorio decorativo de la industria alcorina durante el Setecientos.
Como manifiesta el historiador local " Uno de los aportes más valiosos de la investigación es la identificación y análisis de algunas de las figuras o motivos más representativos de este género decorativo dentro de la producción condal, los cuales se trataron de cotejar con porcelanas del Extremo Oriente. Ello ha permitido comprobar que muchos de ellos estaban inspirados en diversas fuentes. Si bien los alfareros alcorinos no comprendían en profundidad el significado cultural de las imágenes chinas, lograron captar sus características visuales e interpretarlas a su manera. “A los ojos de los europeos, los significados profundos se pierden. Simplemente son un ornamento cerámico”.
Hay que reseñar que la Real Fábrica de Loza que el Conde de Aranda instauró en l'Alcora en 1727, en 1736 llegó a tener unos 200 empleados y una producción mensual de más de 25.000 piezas, siendo la temática chinesca, puesta de moda durante los reinados de Luis XIV y Luis XV de Francia a raíz de las numerosas importaciones de la Compañía francesa de las Indias Orientales, la que protagonizó en la emblemática fábrica cotizadas vajillas y decoraciones en porcelana de pasta blanda en las que aparecían pequeños chinos con su característico sombrero cónico, así como pájaros exóticos que recordaban o copiaban la porcelana oriental, destacando en dicha época el pintor Miguel Soliva, que realizó buen número de vajillas y placas con estas decoraciones.
La intervención Maxim García fue aclamada por su claridad expositiva y por aportar una mirada renovadora sobre un tema poco explorado. El Maig Ceràmic vuelve así a consolidarse como un espacio de encuentro entre tradición, investigación y divulgación, donde el pasado cobra nuevas formas desde el presente.
Amb la col.laboració de:
la conselleria d'educació, investgació, cultura i esport.
Generalitat Valenciana