Burriana: Una avalancha obliga a intervenir a la policía local y la Guardia Civil para establecer el orden en el Pasaje del Terror de Burriana


 

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La Plana al Dia | Burriana | Cultura | 01-11-2014
Una avalancha obliga a intervenir a la policía local y la Guardia Civil para establecer el orden en el Pasaje del Terror de Burriana

La apertura de puertas del pasaje del terror provocó ayer por la tarde una avalancha de gente que obligó a intervenir a más de media docena de agentes de la policía local y, por lo menos, cuatro de la Guardia Civil. Al final, hubo que atender a tres niños con sangre en la nariz y una hora después del suceso aún circulaba el coche de la policía local instando al público a acercarse contra la pared de la Casa de Cultura para intentar restablecer el orden.

Todo sucedió a las siete de la tarde, una hora antes de que comenzara el primer pase del pasaje del terror, en el momento de abrir las puertas para comenzar a repartir las entradas. Al ver que se abrían las puertas parte de la gente que aguardaba -algunos de ellos desde hacía varias horas- empezaron a empujar para acceder al interior de la Casa de Cultura hasta el extremo que el conserje se refugió en la pared lateral interior del edificio y el encargado de repartir las entradas salió a la calle y con esa acción consiguió que parte del público se desplazara hacia él y dejara de empujar.

Dos concejalas que estaban allí en el momento del suceso, Ana Montagut y Mariola Aguilera, solicitaron la presencia policial y cuando llegaron los tres primeros agentes y ante los empujones que se seguían produciendo y ver que eran incapaces de hacer frente a tal gentío, tuvieron que solicitar más refuerzos a compañeros suyos, incluído el agente de la guardería rural, y también a la Guardia Civil.

Una madre que vivió lo sucedido junto a su hijo y explicó que "no podíamos salir de la biblioteca", como consecuencia de la avalancha que entraba en el edificio, mientras que otra relató que "había una marabunta de gente empujando y reclamando entrar los primeros y había otros que querían colarse, pero las madres no les dejamos".

El edil de cultura, Quique Safont, por su parte, reconoció que habían habido "problemas para empezar por la aglomeración" y que estos se solventaron "al repartir las entradas".

La portavoz de Cibur, Mariola Aguilera, por su parte, calificó lo sucedido de "vergonzoso" y criticó que después de que el año pasado ya se produjeron algunos problemas "no haya habido previsión, ni presencia policial como reclamba el conserje desde las cinco de la tarde. Fue muy desagradable". Y es que parte de las madres que habían estado haciendo cola desde poco después de salir del colegio decidieron marcharse a casa al ver a los pequeños llorando.

Y la función comenzó
Aunque en los momentos de mayor tensión la policía llegó a recomendar suspender la función, finalmente ésta se llevó a cabo. Eso sí, los grupos pasaron a ser de 12 personas para aligerar la espera en la cola de las cerca de 600 personas que al final consiguieron difrutar y liberar adrenalina con el pasaje del terror. Un guía dirigía al grupo por el interior de la Casa de Cultura. Poco a poco iban atravesando un tenebroso pasaje en el que iban apareciendo hasta 25 actores que representaban desde un manicomio a muertos vivientes o payasos encerrados, un asesino con una motosierra en mano o Freddy esgarrando una sábana mientras el grupo bajaba por una escalera.
 
Amb la col.laboració de:
la conselleria d'educació, investgació, cultura i esport.
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