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Burriana: Las religiosas Esclavas del Santísimo dejan el convento de Burriana

Burriana pierde a una de las dos órdenes de monjas de clausura con las que contaba. Se trata de las integrantes de las religiosas Esclavas del Santísimo y de la Inmaculada, que estaban ubicadas en La Carrera. El pasado viernes llegó el camión de la mudanza y está previsto que este lunes dejen ya por completo el convento. A lo largo de la pasada semana alguna de ellas incluso ya se marchó de la residencia de Burriana para instalarse en su nuevo destino y la misma suerte correrán el resto de las integrantes que quedarán repartidas por la geografía española: Castellón, Ferrol, Orense, Salamanca... serán las ciudades que las acogen en lo que es un refuerzo para dichos conventos.
El motivo de este movimiento y de dejar vacío el de Burriana es muy claro: "Cada vez hay menos vocaciones y desde todos los conventos se viene pidiendo refuerzos de personal para seguir con nuestro carisma, velar al Santísimo Sacramento". Las 24 horas del día y los 365 días del año, siempre hay una religiosa rezando frente al altar en unos turnos cada vez más difíciles de cumplir en su integridad porque "las monjas que están enfermas ya no pueden levantarse para ir a rezar". Por ley de vida, añaden, "las mayores se van muriendo y vocaciones no suelen entrar con jóvenes. Ante la situación de que no tenemos personal, nos vamos para ayudar a otros conventos, pero de ninguna manera es que no queramos estar en Burriana, sino para apoyar a otros conventos".
Al contrario, se van con pena de la ciudad en la que han permanecido desde 1994, año en el que sucedieron a las monjas de la orden de las Siervas de Jesús, que ya entonces se vieron obligadas a dejar el convento de Burriana por cuestiones similares. Han sido 23 años de presencia adoradora en Burriana y sienten que han dejado huella: "Nos vamos con pena porque sabemos que Burriana nos siente. En este tiempo hemos recibido mucho cariño, mucha ayuda y mucha atención porque nos han valorado mucho en todo este tiempo". Y una prueba de ello fue la reacción popular hace unos años cuando ya estuvieron a punto de marcharse al abrir la misma orden, un convento en Castellón: "Hace ya dos o tres años se iba a cerrar el convento de Burriana al abrir el antiguo monasterio de las Capuchinas, en Castellón, pero la gente vino a quejarse, recogieron firmas y al final se mantuvieron los dos. Pero allí son menos ahora y ya no hay más remedio que responder a la ayuda que se pide y tenemos que reagruparnos".
Por todo lo vivido y el cariño mostrado, "tenemos que agradecer mucho a todos los vecinos. Nos han atendido, nos han dado estima y por eso sentimos el irnos de Burriana y en la misa de despedida hasta nos emocionamos". Fue una misa oficiada por cuatro sacerdotes, entre ellos el Vicario General, Yago Gallo, quien presidió la eucaristía en nombre del obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón. Por todo ello, concluyen las religiosas, "queremos que quede para siempre el agradecimiento que le tenemos al pueblo de Burriana por todo lo que nos ha dado y la mejor prueba de ello es que sentimos muchísimo la marcha".
Amb la col.laboració de:
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Generalitat Valenciana