Castelló: Castellón acoge del 10 al 12 de noviembre el XI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria


 
La Plana al Dia | Castelló | General | 22-10-2016
 

¿Qué hacen los médicos y enfermeros de prisiones? ¿Cuál es su labor con los presos? ¿Su actividad tiene algún beneficio social? ¿Colaboran a mejorar las prestaciones del Sistema Nacional de Salud? Pocos ciudadanos sabrían responder a estas preguntas, es más, muchos ni siquiera se las habrán planteado. Y sin embargo, la medicina penitenciaría existe, los profesionales acuden a diario a los centros y tratan a los reclusos de sus dolencias y enfermedades y contribuyen a mejorar la salud de la sociedad. Pero es la gran desconocida.
Todos hablan de las bondades del sistema público de salud, pero casi nadie repara en la asistencia médica que reciben los reclusos y que también es una prestación pública. Es en el exterior, en los países de nuestro entorno, donde la medicina penitenciaria que se práctica en España obtiene el reconocimiento. Reconocimiento que la convierte en referente en Europa, en modelo a seguir, como apuntó recientemente el subdirector general de Sanidad Penitenciaria, José Manuel Arroyo, en un curso de verano celebrado en julio en Melilla. La situación de estos profesionales y los retos a los que se enfrentan forman parte del programa de trabajo del XI Congreso y XIX Jornadas Nacionales de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), que se celebrarán en Castellón del 10 al 12 de noviembre.
En España los más de 400 médicos, los 500 enfermeros y los 118 auxiliares de clínica se encargan de atender a una población de más de 70.000 reclusos. Ellos son quienes les tratan de trastornos mentales, hepatitis C o de Sida, enfermedades de mayor prevalencia en prisión. Estas patologías junto con los efectos de la drogadicción son algunas a las que se enfrentan casi a diario este grupo de sanitarios de prisiones.
Esta labor es trascendente desde el punto de vista de la Salud Pública, ya que, por un lado, en prisión se trata a personas con poco o ningún contacto con el sistema sanitario y cuyos hábitos de salud son muy precarios y por otro, se diagnostican y tratan de forma efectiva enfermedades infectocontagiosas que pueden suponer un peligro para la Sociedad, por la movilidad de los presos y la permeabilidad de las prisiones, apunta, el doctor Julio García Guerrero, presidente del Comité Organizador del Congreso de la SESP al que está previsto que asistan más de 200 especialistas de toda España.
Entre los retos que tiene la medicina penitenciaria como colectivo es su integración en la sanidad de cada comunidad autónoma. Algo que facilitaría, según este colectivo, la coordinación entre sistemas y por tanto el control y seguimiento de estos pacientes una vez salen de prisión y se reintegran a la Sociedad.

 
Amb la col.laboració de:
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